LOS TRES CONSEJOS.
foto de Irene Villa
Una pareja de recién casados
eran muy pobres y vivían de los favores de las gentes de un pequeño pueblo. Un
día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:
"Querida voy a irme de
nuestra casa por un tiempo, buscaré un empleo y trabajaré hasta que haya ganado
el suficiente dinero como para regresar y poder darte una vida más cómoda y
digna.
No sé cuánto tiempo voy a
estar lejos de ti, solo te pido una cosa, que me esperes y me seas fiel. Por mi
parte, yo prometo serte fiel.
Así, que el joven camino
varios día, hasta que al fin encontró un hacendado que estaba necesitando un
ayudante para su hacienda. El joven se ofreció para trabajar y fue aceptado.
Pero decidió hacer un pacto
con su jefe:
Déjeme trabajar por un
tiempo y cuando crea que es tiempo de irme, usted me liberará de mis
obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario, quiero que lo ingrese en una
cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya. Entonces en ese momento usted me
dará el dinero que yo haya ganado.
Se pusieron de acuerdo y
aquel joven trabajo durante veinte años, sin vacaciones, ni descanso.
Transcurrido ese tiempo se acercó
a su patrón y le dijo:
Jefe, ya es hora de regresar
a mi casa, quiero que me entregue mis ahorros, saldré mañana muy temprano.
El patrón estuvo de acuerdo,
pero antes de cumplir con su parte del pacto, le hizo una propuesta:
Yo puedo darte tu dinero y
tú te vas, o puedo darte tres consejos y no te doy el dinero y te vas.
Si yo te doy el dinero, no
te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la
respuesta.
Él pensó durante dos días,
con muchas dudas porque se trataba de mucho dinero, pero como respetaba a su
patrón y lo consideraba un gran sabio y sabía que lo amaba como a su propio
hijo, finalmente no dudo y le dijo: "Quiero los tres consejos"
El patrón le recordó:
"Si te doy los consejos, no te doy el dinero.". Si, si, lo sé, pero
quiero los consejos.
EL patrón entonces le
aconsejo:
1. “Nunca tomes atajos en tu
vida”. Los caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
2. “Nunca seas curioso de
aquello que represente el mal”. La curiosidad por el mal puede ser fatal.
3. “Nunca tomes decisiones
en momentos de odio y dolor”. Puede que te arrepientas toda la vida.
Después de darle los
consejos el patrón le dijo al joven:
"Aquí tienes tres
panes”, dos para comer durante el viaje y el tercero es para comerlo con tu
esposa cuando llegues a tu casa.
Después de veinte años fuera
de su casa, el hombre comenzó el largo recorrido para regresar con su familia.
Cuando había realizado el
primer día de viaje, encontró una persona después de saludarlo le pregunto a donde
iba. Él le respondió: Voy a un pueblecito muy distante que queda a más de veinte
días de caminata por este camino.
El hombre le dijo entonces:
Este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en pocos
días. Él se puso contento y comenzó a caminar por el atajo, pero de pronto se
acordó del primer consejo.
“Nunca tomes atajos en tu
vida”. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
Entonces salió de aquel
atajo y volvió a seguir su camino.
Dos días después se enteró
que otros viajeros que habían tomado el atajo habían sido asaltados, golpeados
y les robaron todo lo que tenían. Ese atajo conducía a una emboscada.
Después de algunos días de
viaje, ya muy cansado, encontró un pequeño hotel y pensó en pasar allí la
noche. Era ya muy tarde y al llamar una mujer le abrió la puerta y le atendió.
Después de tomar un baño se
acostó a dormir. Pero de madrugada se despertó asustado al escuchar un grito
aterrador.
Se dirigió hasta la puerta
para ir al lugar de donde procedía el grito, pero cuando estaba abriendo la
puerta, se acordó del segundo consejo.
“Nunca seas curioso de
aquello que represente el mal”. La curiosidad por el mal puede ser fatal.
Así que regresó y se acostó
a dormir. Al amanecer, después de desayunar, el dueño de la posada le pregunto
si no había escuchado un grito y el le contesto que si lo había escuchado. El
dueño le pregunto:
si no había sentido
curiosidad y él le contesto que no. A lo que el dueño les respondió: Usted ha
tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una mujer
con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a
enterarse de lo qué está pasando, lo mata y luego desaparece.
El joven siguió su larga
jornada, ansioso por llegar a su casa.
Después de muchos días y
noches de caminata, cuando ya atardecía, vio entre los árboles el humo que
salía de la chimenea de su pequeña casa. Se acercó y vio entre los arbustos la
silueta de su esposa.
Aunque estaba anocheciendo,
se dio cuenta de que ella no estaba sola. Se acercó un poco más y vio que ella
tenía sobre su regazo la cabeza de un hombre al que acariciaba los cabellos.
Cuando vio aquella escena,
su corazón se llenó de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos
y matarlos sin piedad. Respiro profundo, apresuro sus pasos, cuando de pronto
recordó el tercer consejo.
“Nunca tomes decisiones en
momentos de odio y dolor”. Puede que te arrepientas toda la vida.
Entonces se paró y
reflexiono, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una
decisión. Después de haber descansado, decidió volver con su patrón, pero antes
quería decirle a su esposa que él siempre le había sido fiel.
Se dirigió a la casa. Cuando
su esposa abrió la puerta y lo reconoció, lo abrazó fuertemente, pero él con
lágrimas en los ojos, le reprochó que no le hubiera sido fiel y que lo hubiera
traicionado con otro hombre.
Ella sorprendida le
respondió: Yo jamás te traicione, te fui fiel durante todos estos veinte años.
Y entonces, le pregunto: ¿quién
es ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?
Y ella le contesto: Aquel
hombre es nuestro hijo. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada.
Entonces el marido entro,
abrazo a su hijo y les contó toda su historia, mientras la esposa preparaba la
cena.
Finalmente se sentaron a
comer el último pan, tal como le había encargado el patrón. Después de dar
gracias por los alimentos, partió el pan y al abrirlo, se encontró con todo el
dinero que había ganado durante los veinte años que trabajo para su patrón.
MUCHAS VECES CREEMOS QUE
LOS" ATAJOS " NOS AYUDAN A LLEGAR MAS RÁPIDO, LO QUE NO SIEMPRE ES
VERDAD...... MUCHAS VECES SOMOS CURIOSOS, QUEREMOS SABER DE COSAS QUE NI NOS
DAN RESPETO Y NO NOS TRAEN NADA BUENO... OTRAS VECES REACCIONAMOS MOVIDOS POR
EL IMPULSO, EN MOMENTOS DE RABIA, Y DESPUÉS NOS ARREPENTIMOS.....
RECORDEMOS QUE TODO ES BUENO
EN LA VIDA SOLO HAY QUE SABERLO APROVECHAR.