Mensaje de una joven turista argentina que visitó
Colombia:
Mis queridos amigos,
Me di cuenta que no me gustan los mails de despedidas
pero jamás podría irme sin hacerlo.
Y como me gusta que la gente lea, acá les mando este mail
Me voy de Colombia con una imagen 100% diferente de la
que traía en la cabeza. Qué país más maravilloso! Qué personas tan fantásticas!
Qué rumba tan divertida!
Me voy de Colombia, amando Colombia. Queriendo volver a
encontrarme con Uds. en el lugar del mundo que sea.
Y les dejo mi impresión de lo que para mí, y sólo para
mí, es Colombia.
- Colombia es la gente amable con un saludo de buen día
interminable: ¿Cómo has estado?¿Cómo te ha ido?¿Qui hubo Qué más?. Me sigo
preguntando si será que uno tiene que responder a cada pregunta o con un simple
“bien” es suficiente.
- Colombia es el español mejor hablado de Latinoamérica y
sino cómo se explica que haya palabras tan lindas de pronunciar como la vaina,
el chicharrón, berraca, bacano.
- Colombia es educación. Colombia es por favor y muchas
gracias. A la orden. Con todo gusto. Sí señora, pero yo no soy señora porque no
soy vieja (de edad, no como acá se le dice a cualquier mujer) ni tampoco estoy
casada.
- Colombia es la cultura del perdón y del sufrimiento.
Qué pena contigo! ¿Por qué tendrán pena conmigo? ¿Les daré pena? Pena es grave.
Pero ya me acostumbré que es una forma polite de decir las cosas.
- Colombia es música, salsa, rumba por siempre y en cada
lugar. No importa la hora, ni el motivo, ni cuántas personas hay, ni si está
oscuro o hay mucha luz, siempre se baila y se canta. Sin motivo aparente,
siempre hay una buena razón para mover las caderas. O bailás (=te adaptás e
integrás) o estás fuera del sistema.
- Colombia es el país del taxi con radio
Candela/Tropicana. Por eso yo siento que vivo en pleno Caribe.
- Colombia es make up y production. Pelo perfecto. Uñas
impecables. Maquillaje inamovible. Me pregunto si será que las mujeres
colombianas duermen en algún momento o cómo hacen para llegar al trabajo (cada
día) como si fueran arregladas a un casamiento.
- Colombia es la gente. Buena gente. Gente maravillosa.
Con una sonrisa perpetua en la cara. Gente dispuesta a ayudarte. Se le tiene.
Todo se le tiene o se le inventa.
- Colombia es el reino del “hágale”. Con voluntad y con
mucha fe, todo se puede. Sólo hay que pedirlo con un por favor, una sonrisa y
lo imposible será realizado. El riesgo: ¿qué es esa palabra? Hágale mija.
- Colombia es el país del diminutivo. Me pregunto si el
decir aguardientico” hace menos nocivo el efecto quemador en garganta del
producto alcohólico previamente mencionado. ¿Será que el diminutivo es un mecanismo de
defensa que habilita el consumo del “aguardientico” (que se traduce en miles y
miles de vasitos chiquiticos que se toman, pero son chiquiticos, ojo!).
- Colombia es el país de las harinas y los carbohidratos
y Dios te ayude con los kilos.. Papa, yuca, arroz cual cultura japonesa, pan de
bono, palito de queso (vuelta al diminutivo).
- Colombia es el mundo del banano, banana, plátano,
plátano maduro, plátano verde, platanito y todas las derivaciones imaginables
para hablar, desde mi punto de vista, de una misma fruta.
- Colombia es realismo mágico. Decían que era un género
de literatura, pero para mí es el país en sí mismo.
Colombia es el país que me volvió a enseñar a decir por
favor, gracias, con gusto. Es el país que me enseñó a volver a valorar las
cosas simples de cada día.
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